— Proemio | Canto I | Canto II | Canto III —

Proemio

Fue una mañana de espesa niebla. Fue el día en que un estudiante se enfrentaba solo al universo. Un carruaje de metal y de vidrio lo acertó, interrumpiéndole la vida a unas cuarenta millas por hora. Mi amigo voló unos instantes trémulos en el aire y cayó a tierra. Derramó su sangre sobre el pecho de la mañana. La frialdad de la tierra debió haberle dicho que no había razón pero que todo tenía orden. Y ese comentario mudo debió de darle miedos como nunca había sentido antes.

Esperaba ahí una eternidad áspera y pequeña, en el abrazo extraño de su propia sangre, hasta que le encontraron los mensajeros vestidos de blanco que unos testigos habían llamado. No le certificaban nada sobre su destino. Pero lo escondieron dentro de otro vehículo de metal y de vidrio, y desaparecieron juntos hacia la gran pregunta. Otro miedo, y la abertura de la esperanza. Lo llevaron hacia una geometría de barro cocido, de plásticos y de números llena, donde se permite rescatar una vida humana del vacío. El incidente pasó en otoño, y ahora sigue en su lecho, luchando contra la nada, débil, pero inventando nuevos tipos de fortaleza con cada crepitación nueva de luz.

Las siguientes meditaciones se dirigen hacia él, con la intención de mostrar para una persona sin voz, que su existencia inspira amplificaciones y propósitos para todos los que lo conocen y lo esperan en esta orilla de la sombra.

 

Canto Primero: Choque

1.

La vida existe
esfumándose en todos los colores
que no se han podido nombrar
jamás

La vida se promueve
ingeniosamente a través del error

¡Tantos errores!
¡Tanto fastidio!
¡Tanta costumbre de elegir caminos
precisamente equivocados!

2.

Un amigo de alma confiada
fiel y todos los días emergente
yace bajo los mudos hielos del error

Un momento sagrado
congelado lleno del espíritu vital
humano del error

Un error preciso y precario
le puso en camino de esperanza
líquido restado de un momento
en que todo se convirtió en llamas

Eco susurrante de vidrios rotos
vidrios abrasadores
máscara que reemplaza a la voz
y al código social íntimo

Un amigo yace herido y
medio borrado por la anestesia
y para mí cualquier ruído se hace
violación y homenaje a la vez

La suya no es la única voz
muda mudada improbable

El lenguage mismo se estremece
cambia de sitio de propósito cae
en cortinas abrumadoras de duda

3.

Es imposible hablar del valor
de la vida de otro

Trasciende todas intenciones
toda voluntad toda escultura lingüística

Quiero decir que existimos justo
más allá de la definición exacta
pero no puedo

Parece una imprudencia
otro error peligroso
de naturaleza y riesgo humanos

Parece ya altamente
frívolo
decir que existimos

¿Hacia qué fin?
¿Con qué dioses?
¿En lugar de quién hemos llegado?

Frívolo

Porque por una parte es
demasiado evidente
pero por otra no lo es

4.

¿De qué sueños
líquidos está hecho
la confianza?

Confianza que es vivir errar
alterar conocer acercarnos cocinar palpitar
palpar e incluso (cuando sea necesario)
dudar con todo el ser
que uno pueda experimentar

Confianza que nos viste que nos facilita
la navegación temporal que nos rescata
de la sombra que nos persigue

5.

¿De qué sueños
líquidos surgirá
el dolor?

Ese canto forzoso
concurrente con toda atención existencial
con todo interés fantasmal con
espíritus quemados por la casualidad

¿Somos acaso el resumen de
nuestros dolores de horas y siglos
y ramos de sufrimiento instantáneo?

No quiero dejar que se diga eso
ya se está susurrando al oído
como un silencio de densidad incomprensible

Una densidad de lo indicho
somos buscamos perdemos
intentamos explicar

6.

¿Somos la pérdida
de nosotros mismos? el patrón
que nos guía hasta su alcance?

¿Somos nube... cielo... barro... mar?

Somos
es lo único que jamás hemos dicho
somos

Vacilantes vulnerables vislumbramiento
de lo inédito lo inaudito lo impotable

7.

Aquí estoy estamos en la frontera
pidiendo merced a los vientos
cubriéndonos de queridos pedazos de vidrio

Perenne la frontera sagrada de estos
momentos de angustia
cuando uno ha de darse de renegarse
por completo al rigor de la memoria

La memoria llega tienta se resbala
sobre el momento como rezo medicinal
como mito subterráneo de limpieza
temporal de angustias

Esta frontera
el momento de la escritura
del pecado de la dignidad ásperamente
penúltima de la aguda herida del tiempo

Padecemos una herida
somnífera sonámbula como el sonido
del tiempo que se quita de entre nosotros

8.

Pero a su vez en sí dentro de
mi experiencia ¿qué importancia tiene
la frontera?

¿Es que en celosas honduras
deseo llegar al otro lado?

Sería otra infracción

No deberíamos hablar con excesiva
ligereza de penetrar el velo de deshilar
el tapiz porque puede ser que somos
nomás velo

Que el tapiz no nos irrumpe
la visión sino que es la visión
misma desarrollándose

Siendo

9.

Hoy salí con paraguas sintiéndome
culpable de un orgullo supérfluo

Ahí andaba con mi libertad
bajo paraguas y pensando que cada gota
era la voz temporalmente silenciado
de mi compadre

Lo que se encuentra exiliado del tiempo
se convierte en la misma actividad
incesante del tiempo

Me llegaba abundante cuidadosa la voz
de este amigo herido murmullo de verdades
ciegas sordas fantasmagóricas

Era el poder de la visión en sí
que se me mostró invisible guardado
solicitando nexos y vehículos retrógrados

Mi paraguas sirvió de amparo
para nexos incalculables sin autor
y que quisieran avanzar sin impedimiento

10.

Estaba meditando en el azar
en el color de las horas que habitan
sobre mi amigo y choqué con el tapiz
de la evidencia

No tenemos ningún acceso a lo que
pasa dentro de aquel cranio bello
de intenciones y destrozado y febril

Y el tapiz me pidió auxilio:

Deja por un día de sospechar
que gozas de poderes trascendentes
llámame desde el silencio solidifica
mi territorio para mí para que pueda

Descansar reinventarme
reinventar el tapiz de tu razón

Me respuesta: Silencio

El tapiz: Quiero saber que me
queréis ver cuando brote la mañana

Quiero ensegurarme de que pueda
ser la mañana misma ser la esperanza
que me ha guiado hasta aquí

11.

Somos surgimiento de lo inesperable

La ventana se abre sentimos miedo
avanzamos sin saber cómo edificados
por el ineludible deseo de continuar avanzando

Sin correr el peligro de la sabiduría
sin que nos obliguen a saber

El tapiz que pasa entre nosotros
los rezadores elegidos y el paciente
es un regalo enigmático y seguro

Nos salva de las imágenes exageradas
del horror de saberse uno vulnerable
al mismo aire que lo rodea

Inocentes a fondo sentimos miedo
en cada instante miedo por la aparente
inexperiencia que tenemos en guardar

La insuperable inocencia de nuestros
dolores pero la ciframos con un pleniluvio
de transformaciones aceptables (bellas):

La identidad la costumbre la virtud
el idealismo el mérito y así sobrevivimos
(nos parece) la agobiante vegetación
del miedo que nos sitúa

12.

Pero ¿qué tiene que ver
todo esto contigo Amigo Delicado?

¿Es posible que ninguna de estas palabras
valga para nada más que mi propia
comodidad vana y espiritual?

¿Pueden servir las palabras de bloqueada
segura e impregnable contra el luto?

Ya te llamamos con este nuevo
hábito de silencio la duda oscura
y generosa que llevamos detrás de los ojos

Ya nos hemos prestado al remordimiento
así que ninguna renegación de sentimientos
puede sacar de esta tinta la sed
de homenaje que sufre por ti...

Y la sed de homenaje (de darlo)
ya es el homenaje más puro

13.

Cuando vemos cómo la vida
se esfume y se reinventa
a intervalos mudos y sin orden

El homenaje es el único proyecto
viable del arte humano de la
memoria del rezo de la esperanza
purpúrea

La ansiedad de un mundo sin homenaje
nos sobrecoge y nos viste en
diluvios rituales

El cuerpo contiene el ser
es muchas veces lo único que se sabe

Mi Amigo Delicado sus venas llenas
de anticuerpos sus ojos gozando
de un descanso trémulo y sin fin

Mi Amigo Delicado es un ser
que vive cada instante más allá
del homenaje más allá de los ásperos
indicios del deseo

Lo conocen las enfermeras por su
manera de besar ciegamente a cualquier
persona que lo ayuda

14.

Ad abundantium
todos somos responsables
de lo que no ocurre

Canto Segundo: Lejanía

1.

la puerta se cerró y las voces
crecieron redondas incompletas
mudándose hacia estanques
remordidas por una serenidad improbable
perdida y eco-generativa

la salud se cerró entre mareas
de doble posibilidad de (s)incerteza
solicitando el vino amplificado de
una duda que pretende servir
de seguridad que no requiera seguridad

la conveniencia se cerró divina
en su lejanía minúscula interna
se convirtió en lluvia de brasas
método de montañas en proceso
de caerse despacio hacia la verdad

el ojo se cerró y la mente
se cubrió de mieles dolorosamente
estiradas rotas y distribuidas sobre millas
de sabidurías inéditas sobre columnas
vertebrales vítreos y cansadamente esbeltas

la noche se cerró y cantando
obstáculos de jamás saber ruidosos
llegó la mañana con su armada

de preguntas sin fin y respuestas
líricas invisibles y brevemente cálidas

2.

comienza la lucha
una camorra de dos aguas
masticándose
en alta noche

la espléndida historia
de la ambición sin suelo
se presenta espesamente efímera
como lógica de luto bravo

la quietud juega
a la desesperanza
tocando las varias sangres en
estilo de laúd de memoria

la noche se pone blanco
y la mañana oscura y
los rezadores elegidos
abandonan su puesto para dormir

3.

el yaciente turbio de mil silencios
nos señala el límite de las ansias

un vértigo de sobresaltos susurra
al fondo de una mente plomiza: ‘aguarda’

la idea de ser humano
sufre cambios esenciales y remotos

.....

12.

tú eres
la esperanza insólita
terriblemente benéfica
administrando la puerta
de lo eterno

tú eres
el punto clave
en torno del que nos giramos
devotos frágiles permanentes
y sin voces

para comunicar
de manera adecuada
al tema
que sigues sigues
siendo

13.

el quehacer
de aprender a volar
de perspectiva en perspectiva
sin temor
sin herirse irremediablemente
en los cuernos de un exilio
espiritual
nos sobrecoge
naciente de tus ojos
de tu perspectiva
incomprensiblemente vasta

14.

ad libertatum
la distancia describe
lo impenetrable...

 

© 2000 Joseph Robertson

 

REZO POR B...
JOSEPH ROBERTSON
Poesía Inicio

Portada Literatura Portada