No
me digas la verdad
Antonio Alizo
Es una novela de intriga psicológica y social.
Cuenta la historia de un médico obsesionado por la investigación
genética y con la fama y satisfacción que espera sacar
de sus experimentos. La narración surge de estilo innovador de
las cartas que este médico escribe a sus amigos.
El lector se fascinará con la cuestión
de cuánto corresponden estas cartas con las relaciones actuales
entre el protagonista y sus amigos. ¿Le responden o está
tirando su meditación inabarcable al vacío, y qué
efecto le hará una conciencia de ese hueco interpersonal?
Contra las protestas de varios personajes enterados,
tiene que seguir con sus investigaciones a escondidas. La tensión
entre su ambición y la existencia de la sociedad ajena crece
mientras se acerca a su meta, la clonación de sí mismo.
Al final, habrá que preguntarse, ¿si tiene éxito,
cuánto costará y a quién?
Leer dos abstractos de la novela abajo...
Amigo Gabriel:
Te escribo con urgencia para darte buenas noticias por que respecta
al laboratorio en el que trabajo: me han dado la dirección de
una sección, en concreto la de mi especialidad, la microbiología.
Ahora podré poner en marcha mis proyectos y mis experimentos.
Después de sufrir innumerables desplantes del anterior director,
este nuevo ha reconocido mi labor. Ayer mismo me llamó a su despacho.
¡Hola Pedro! me dijo como si me conociera de toda
la vida. Estoy al tanto de tus trabajos, sé que ha investigado
duramente, te has quedado noches y días de fiesta para sacar
algo en lo que crees; la tarea de nosotros, los investigadores, es creernos
lo que dicen las pruebas y análisis, aunque también la
tarea de un directivo como yo, es hacérselo creer a quien nos
paga, y no darles falsas esperanzas, pero tampoco que piensen que aquí
no hacemos nada o que nunca sacaremos nada que merezca la pena. Te preguntarás
a qué viene todo este discurso....
Bueno yo... no sabía qué decir porque me
había pillado totalmente en blanco con aquellas palabras. No
te describo el despacho donde me encontraba para que te hagas una idea,
porque creo que ya lo he hecho en anterior ocasión. Para mí
no era nuevo, unas cuantas probetas de adorno, el instrumento imprescindible,
unos cuantos cuadros de investigadores famosos, y las fotografías
de su familia en el mesa, como todos, no había originalidad por
ninguna parte.
No hables, ya veo que no comprendes nada. Nos vamos a meter en
un terreno muy peligroso, pero lo hemos asumido. Nos ha costado mucho
decidirnos, pero estamos dispuestos a correr el riesgo en aras del futuro.
No era tema de este laboratorio investigar en profundidad sobre la clonación
humana, pero tú en tus ratos libres lo has hecho, como te he
dicho, incluso hasta por las noches.
Sí, con la oposición de algunos del anterior equipo,
pero ya es agua pasada.
En eso no me meto. Yo hablaré de lo que será de
aquí en adelante.
Me alegro de que sea así, por mi parte...
¿Eso es todo? ¿No hay cosas que necesites..., más
instrumental, más medios, personal...
Por ahora, con que se me deje libertad me conformo, es un avance
muy importante para mi.
Mi muy estimada amiga Almudena:
Te estoy muy agradecido por escribirme; el otro día recibí
tu carta y me dio mucha alegría, no solo por darme ánimos
en mi vida, sino por los consejos que me das en torno a no quedarme
solo, me vienen bien para comprobar que existen otros pareceres diferentes
al mío que tienen muchas cosas valiosas, pero he de decirte que
mis padres lo intentaron y no han podido conmigo, y ya hemos perdido
la relación y la confianza para que lo puedan seguir reiterando,
aunque vivamos en la misma casa, creo yo que por poco tiempo.
Yo he nacido para ser libre, no sé si seré como tú
dices: un ser solitario y triste, pero al menos libre de ataduras. Para
tener descendencia no, porque ya, de un modo u otro la tengo, y eso
que María me tira, ahora que está más horas conmigo
que con su familia. Me preguntas si me gusta, y te respondo que sí,
cada vez la veo más guapa, más atractiva, pero tengo miedo.
Ella se desvive por mí.
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