Poesía Inicio

"Como un guerrero
llego de un largo pero
victorioso día
en las carreras"
-
Charles Bukowski

I.

En el gran espacio vacío, verde
pareciera respirar -eso quiere- la ciudad

El sosiego cae con la tarde que olvida
al mediodía, puertas lejanas corren y cuentan

el azar de cartulina en los oídos.
Veinte minutos -frío en el invierno-

veinte minutos de azar -calor en el verano-
algo huele a democracia, en el minuto

treinta segundos dos quintos -así las tardes-.
Puede ser que por aquí ronde la poesía

Al menos sabe danzar largada en cuatro patas
encendiendo de azar todo este vacío hermoso.

Ingenuamente se cree que ese vacío
salvará a la ciudad, que parece respirar

O regala esa impresión, como la que
junta al humilde y al millonario máximo

alrededor de las mismas cuatro patas,
unos ilusión y juego, otros dejar caer los brazos

en el minuto treinta segundos dos quintos.
La tarde no es más porque Bukowski

rondaba Hollywood Park, Santa Anita,
o lo que sea. La tarde es por el vacío

y ese asiento. Alguien habla y poco
factible es contestarle cuando todo en ese

momento es la tarde, el asiento y el vacío.

Las mujeres venden café en medio del vacío,
confites a precio oficial, sueños a peso de reglamento.

Yo me pregunto, dónde están los reyes y
sus coronas, ¿no les es familiar el rastro?

Les ha de haber sido familiar la distancia,
los dividendos, no el fulgor del verde vacío,

no el fulgor de la tarde íntima, no en lo
que el público confía, el ejemplar que honra

su nombre y todos sus cuerpos parejos, lo
que cargan y mueren al rodar, o ganan al rodar.

Índices, nóminas, antes la ciudad no necesitó
respirar, no necesitó de pantallas, músicas o luces

porque el vacío es porque se fuerza al respirar
y la tarde es por la paz -el vacío, el asiento-.

La tarde es por la ciudad que respira,
que está viva porque puede morir, por el vacío.

No se levantan patrias porque suban y bajen
las banderas, la tarde es en el vacío

la tarde es y se convierte en noche, el vacío
sigue respirando ciudades sin remedio.

© 2004 José Ignacio Silva Anguita
BLANCO ENCALADA Y MOLINA
JOSÉ IGNACIO SILVA ANGUITA

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