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EL GRAN BOICOTEO POR LOS DERECHOS MIGRATORIOS EL MOVIMIENTO A FAVOR DEL DERECHO A LA REGULARIZACIÓN DE LOS INMIGRANTES NO DOCUMENTADOS INSTA UN BOICOT GENERAL 1 Mayo 2006 Hace 230 años, los colonos revolucionarios de la costa atlántica de Norteamérica exigieron a la corona británica que no hubiera "ningún impuesto sin representación" en el parlamento de Londres. El movimiento a favor de una política migratoria más humana, sensata y democrática, evoca esa ideología: la persona tiene derecho a una representación en una economía que incluye su mano de obra. Hoy, un movimiento nacional espontáneo, respaldado por diversas organizaciones municipales, políticas, nacionales y humanitarias, que ha llegado a incluir millones de personas, convoca una huelga general. Muchos de los que participan son inmigrantes "documentados", muchos no, pero se juntan también a ellos ciudadanos de Estados Unidos conscientes de sus propios orígenes extraterritoriales. Los partícipes no asistirán ni al trabajo ni a la escuela, no comprarán ni venderán ningún producto ni ningún servicio, y se manifestarán pacíficamente a favor de sus derechos políticos y económicos. La idea es mostrar la fuerza y la dependencia del país entero en su vida cotidiana por el trabajo de, los inmigrantes actuales. Demostrar lo que ha sido y sigue siendo su contribución al desarrollo de una potente democracia. Puede decirse que, aunque haya armado las manifestaciones más multitudinarias y universales desde los años 60 y los movimientos a favor de los derechos civiles y en contra de la guerra en Vietnam, el movimiento lo tendrá difícil. Primero, la comunidad más afectada es también la menos capacitado de participar; existen ya casos de individuos despedidos de sus trabajos por asistir a manifestaciones anteriores. Aunque sea ilegal despedir a un empleado por su política, la comunidad interesada en estos casos carece casi por completo de los derechos civiles fundamentales para poder denunciar tales violaciones. Hasta la Iglesia católica se ha entrometido, abogando por los derechos básicos y por un reconocimiento lógico de la evidencia de que esta gente, que la Cámara de Representantes ha querido criminalizar en su totalidad —área legal problemática de un posible "prior restraint" no constitucional, e impuesto ex-post-facto—, ya forma una parte innegable del tejido de la sociedad estadounidense. Pero entre múltiples voces de orquestación y de liderazgo, no hay un acuerdo sobre la utilidad o la sagacidad de tal boicot general. Unos expresan su temor de que un día de paro podría hacerles daño a los mismos inmigrantes cuyos derechos se reclaman, precisamente por la situación irregular en la que se encuentran. Una inmigrante entrevistada por el periódico español El País expresó su apoyo por el boicoteo, preguntando retóricamente "¿Cómo se hace visible lo invisible? Quitándolo." Más probable que un choque inmediato a la economía sería lograr un aumento en la conciencia que tiene el pueblo de Estados Unidos de lo serio y real que es el asunto de la política migratoria para millones de sus vecinos. Pero el blanco verdadero de la protesta es el Senado. Ahora, a la vuelta de su descanso primaveral, los 100 senadores tendrán que debatir y votar la propuesta ley de reforma migratoria, que ofrece ciudadanía a todos los que han estado trabajando en condición irregular durante 5 años y soluciones de permiso temporal a los demás, sin criminalizar a los trabajadores. El Senado es el blanco de los argumentos de los manifestantes porque la Cámara de Representantes ya aprobó en diciembre una ley que hace escombros la tradición migratoria del país. Propone criminalizar a más de 11 millones de personas, a todos los que les ayuden o den empleo, potenciar a la policía municipal de detener a sospechosos de ser "no documentados" y construir un muro fortalecido por patrulla militar en la frontera de México. De alguna forma, está en juego, como en la abolición de la esclavitud, el sufragio femenino, el poner fin a la segregación e inaugurar derechos civiles iguales entre todos, y últimamente en la detención de los sospechosos de ser "combatientes enemigos", la definición de la palabra "persona". Y de una forma muy básica, el partido cuya cabeza en los años 80 exigió famosa y celebradamente a Gorbachev, a medio grito, "tear down this wall!", ahora juega su devoción a la democracia contra la aparente afición de sus más radicales por la conceptualización de una "Fortaleza América". [s] BACKGROUND: In recent weeks, the United States has seen the streets of major cities flooded with protesters, demanding more humane immigration reform than that offered by the House of Representatives. The bill currently before the Senate could offer such a solution, and would provide an opportunity for millions more people to become US citizens. [Full Story] NEW PROTEST MOVEMENT SHOWS VITAL HISPANIC POPULATION The issue of "immigration reform" began sweeping the mindset and the Latin media markets of the United States in December, when the House of Representatives passed a bill that would classify all undocumented immigrants as "aggravated felons", and make it a crime to provide assistance of any kind to them, regardless of personal relationship or imminent need of serious assistance. [Full Story] |
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