Poesía Inicio

Mi calle es la anestesia de los perros,
la hepatitis de las piedras
que amenazan en parapente las gargantas,
los fusibles de un estómago,
locomotora del hambre,
la borrasca de un catedrático de muertos.

Mi padre volvió en el fogonazo de los periódicos,
en la lingüística de las esquinas,
derramándosele humo de los pantalones.

Yo he perdido la cuenta de los vacíos,
de los taxis de madera aparcados bajo los escombros,
he perdido la cuenta de llover sobre lluvia,
de las paredes masacradas con ombligos de pólvora.

Mi madre cruza todas las ventanas
a lomos de un beso en paracaídas,
con el verbo intransitivo de morir en el autobús del tacto,
y el último verso de mi padre
(dolor de Neruda),
salpicando en miniatura la lengua de las metralletas.

— de la colección, El oasis de las sienes

© 2004 José Manuel Vargas Breval

SANTIAGO DE CHILE, 1973
JOSÉ MANUEL VARGAS BREVAL

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