Desde casa y mirando a lo lejos
Naufragios llega a su cuarta entrega, lo que no es poco para una revista de literatura y arte, y nos complace comprobar el creciente interés que ha ido ganando en lectores de varios países de este continente, así como también en algunos países europeos. Dicho interés nos obliga a un mayor esfuerzo y compromiso con ellos así como también con la calidad de esta publicación.
Como ya es costumbre, en esta edición presentamos una buena muestra de poesía y cuento de autores actuales; como también un par de entrevistas y una selección de pinturas y fotografías de dos artistas de extraordinario valor. Junto a ello, la presente edición también trae Informaciones de nuestro taller y del Departamento de Lenguas Románicas de la Universidad de Villanova, e iniciamos una extensa sección dedicada a la poesía o a la narrativa breve de un país de habla hispana.
 En esta oportunidad, el país elegido fue Bolivia y para conseguir material de primera mano, solicitamos la compilación de poemas a Ariel Pérez Rosas, poeta chileno residente en el país altiplánico por casi tres décadas. Esta edición de Naufragios también será muy especial porque la hemos dedicado al eximio fotógrafo norteamericano Milton Rogovin, cuyo trabajo ha recorrido los más diversos museos del mundo llevando los rostros de los olvidados para hacerlos visibles ante el mundo una vez y para siempre.
La vida de Milton Rogovin (1909-2011), se extendió por poco más de un siglo, y en ese largo andar por Nueva York, Búfalo y los Apalaches, así como por las anchas sendas del mundo, fue construyendo una vida fundamentada en el amor, la comprensión, la entrega, la solidaridad y, particularmente, un inquebrantable compromiso con los seres más desposeídos de este país, así como de los más diversos lugares del planeta.
En una sociedad y en un tiempo en que el ser humano pareciera conformarse con mirarse el ombligo y comunicarse con los demás a través de las tantas redes sociales que abundan en la red de internet, Milton Rogovin, se alza como un ejemplo eminente de humanidad, preocupado de llevar a recorrer el mundo a los olvidados de siempre, a aquellos que sufrieron el infortunio de nacer en lugares completamente desamparados, al margen de toda oportunidad de desarrollo y proyección como ser humano.
Milton puso su fotografía al servicio de la humanidad. Su lente captó los avatares de la vida de personas a las que llegó gracias a la maravillosa naturalidad de su arte y de su persona, y los eternizó en publicaciones magníficas y en sus numerosas exposiciones alrededor del mundo.
Naufragios, animada por el mismo espíritu generoso y humanitario del fotógrafo, desde su primer número se ha propuesto mostrar en sus páginas la creación literaria, así como diversas expresiones del arte visual, de las más jóvenes y no tan jóvenes generaciones de creadores de cualquier lugar del mundo, con la sola exigencia de que nos envíen sus textos en español. Pensamos que en un futuro no muy lejano también incluiremos textos literarios en otras lenguas, con sus respectivas traducciones al español. Pero, por ahora, dejemos que a cada sueño le llegue su tiempo, el tiempo preciso para volverse realidad.
Carlos Trujillo, Director
Taller Literario Pinzón 9
Revista Naufragios |
